Presentación
En 2017 vimos como en España aumentaban las muertes por accidente de tráfico, mientras que en Cataluña lo hacían por segunda vez en los últimos tres años, confirmándose una mala tendencia que supone un serio aviso de que las cosas no se están haciendo bien. Y además, el próximo 2020 difícilmente verá cómo se han reducido en un 50% las muertes por accidente de tráfico respecto a 2010, por lo que hace falta que nos replanteemos la estrategia de seguridad vial a escala europea para recuperar el impulso perdido.
Lo cierto es que, en los últimos años, el debate de la movilidad ha quedado a menudo eclipsado por otros asuntos relevantes, como la mejora de la calidad del aire en las ciudades y la innovación disruptiva, tanto en el aspecto tecnológico –vehículo eléctrico, conectado y autónomo– como en el de modelos de negocio –movilidad compartida.
Un futuro prometedor para disfrutar de una movilidad más limpia, segura y asequible no nos debe distraer de una problemática que está presente, y que requiere esfuerzos continuados. En esta línea, desde la Fundación RACC estamos convencidos de que es posible recuperar el terreno perdido, y para demostrarlo publicamos nuestra hoja de ruta 20 medidas para 2020, en la que desgranamos qué actuaciones pueden dirigir a corto plazo las políticas de seguridad vial para volver a hablar de reducciones de mortalidad y encarar ya la vía de la Visión Cero.
Durante 2017 también hemos sido muy activos abordando la mejora de la calidad del aire, así como el papel central que debe ejercer la movilidad limpia para conseguirla. A raíz de la aprobación de medidas restrictivas para los propietarios de vehículos más antiguos y contaminantes, tanto en Barcelona como en Madrid, el RACC ha defendido un catálogo de hasta 14 actuaciones que creemos fundamentales. Estas reivindicaciones no solo deben permitir alcanzar los niveles mínimos de calidad del aire que exige la Unión Europea, sino también debe dar soluciones a todos aquellos afectados por las restricciones que necesitan un vehículo (limpio) para moverse y a los que la oferta de transporte público no satisface sus necesidades diarias.
Para terminar, en 2017 hemos proseguido con nuestro compromiso para la sensibilización de la ciudadanía por una movilidad más sostenible, y hemos podido ayudar 6.000 niños a formarse en este ámbito, y también hemos informado sobre nuestra campaña de convivencia entre modos de transporte a todos los ciudadanos del área metropolitana de Barcelona.
Este compromiso, renovado y firme, se lo volveremos a trasladar a lo largo de 2018, por una movilidad segura, limpia y asequible para todos.
Lluís Puerto
Director de la Fundación RACC
Lo cierto es que, en los últimos años, el debate de la movilidad ha quedado a menudo eclipsado por otros asuntos relevantes, como la mejora de la calidad del aire en las ciudades y la innovación disruptiva, tanto en el aspecto tecnológico –vehículo eléctrico, conectado y autónomo– como en el de modelos de negocio –movilidad compartida.
Un futuro prometedor para disfrutar de una movilidad más limpia, segura y asequible no nos debe distraer de una problemática que está presente, y que requiere esfuerzos continuados. En esta línea, desde la Fundación RACC estamos convencidos de que es posible recuperar el terreno perdido, y para demostrarlo publicamos nuestra hoja de ruta 20 medidas para 2020, en la que desgranamos qué actuaciones pueden dirigir a corto plazo las políticas de seguridad vial para volver a hablar de reducciones de mortalidad y encarar ya la vía de la Visión Cero.
Durante 2017 también hemos sido muy activos abordando la mejora de la calidad del aire, así como el papel central que debe ejercer la movilidad limpia para conseguirla. A raíz de la aprobación de medidas restrictivas para los propietarios de vehículos más antiguos y contaminantes, tanto en Barcelona como en Madrid, el RACC ha defendido un catálogo de hasta 14 actuaciones que creemos fundamentales. Estas reivindicaciones no solo deben permitir alcanzar los niveles mínimos de calidad del aire que exige la Unión Europea, sino también debe dar soluciones a todos aquellos afectados por las restricciones que necesitan un vehículo (limpio) para moverse y a los que la oferta de transporte público no satisface sus necesidades diarias.
Para terminar, en 2017 hemos proseguido con nuestro compromiso para la sensibilización de la ciudadanía por una movilidad más sostenible, y hemos podido ayudar 6.000 niños a formarse en este ámbito, y también hemos informado sobre nuestra campaña de convivencia entre modos de transporte a todos los ciudadanos del área metropolitana de Barcelona.
Este compromiso, renovado y firme, se lo volveremos a trasladar a lo largo de 2018, por una movilidad segura, limpia y asequible para todos.
Lluís Puerto
Director de la Fundación RACC
