Rebajar los costes de la movilidad

En un nuevo estudio sobre la congestión en los corredores de acceso a Barcelona, la Fundación ha alertado sobre el aumento de la congestión a niveles similares a los anteriores a la crisis económica, sobre las externalidades negativas –pérdida individual y colectiva de tiempo y de dinero y mayores emisiones contaminantes– de los atascos de tráfico y sobre la necesidad de tomar medidas correctoras para reducir las horas perdidas y los costes asociados.

Otro ejemplo de las acciones que la Fundación lleva a cabo para adaptar la fiscalidad que grava el automóvil a la nueva realidad de la movilidad, es un nuevo análisis comparativo del precio de las zonas azules que pone de manifiesto que el aparcamiento en superficie en las grandes ciudades es una gran herramienta reguladora de la movilidad.

De ese modo, el estudio vuelve a situar Barcelona en el mismo rango, o incluso por encima, de las ciudades más caras del norte de Europa, con unos niveles de renta más elevados. Y es que Barcelona es la ciudad europea con el valor más elevado de densidad en plazas de aparcamiento de uso público por habitante, tanto de plazas en superficie como de plazas en aparcamientos subterráneos. El gobierno municipal ha convertido la regulación del aparcamiento a través del sistema de tarifas en una herramienta de gestión que permite incidir sobre el tipo de vehículos que acceden al centro de la ciudad y circulan por ella, reduciendo la cantidad de vehículos y, por lo tanto, las emisiones y la contaminación que comportan.